“Lo logré, lo logré” gritaba el joven Les Paul  cuando resolvió el problema y pudo montar pastillas y cuerdas en un cuerpo de madera sólida, una verdadera innovación en guitarras eléctricas para la década de los 40,  la llamó, “The Log”. No era el único que se encontraba experimentando para lograr innovaciones desde la aparición en 1932, de la primera guitarra eléctrica comercialmente exitosa, la llamada “Frying Pan” o “ sartén para freír”, que tenía la forma justamente de una sartén.

Además de Les Paul, personas como Leo Fender, Paul Bigsby y O.W. Appleton también lograron construir sus propias versiones de guitarras de cuerpo sólido. De hecho existe una controversia sobre quién creó la primera guitarra de este tipo.

La guitarra eléctrica fue determinante para la creación musical del siglo pasado. Fue una pieza tecnológica cuyo desarrollo inició al menos hace dos siglos, con el nacimiento de la guitarra española moderna de seis cuerdas, en los 1800.

La guitarra eléctrica fue el corazón del rock and roll y definitivamente el alma de la música popular; y en eso tuvieron que ver Les Paul y los demás, pues lograron que el instrumento se convirtiera en un objeto que además de funcional, fuera atractivo. La guitarra eléctrica hacía ver al músico como una leyenda, le proveía estatus, le daba un look que ningún otro instrumento podía dar. Buscando la perfección del sonido, irónicamente, también se encontró la perfección visual. 

Les Paul contó que cuando recién logró crear “The Log”, la estrenó con una canción que había tocado en un concierto anterior en el mismo lugar, pero la reacción del público fue completamente diferente. Hubo baile y euforia como no se lo esperaba, su conclusión fue que “la gente también escuchaba con la vista”.

La guitarra eléctrica y la música popular

La guitarra eléctrica nació del interés de los guitarristas de escucharse más. El sonido de la guitarra acústica era muy sutil y se perdía entre los otros instrumentos.

La guitarra eléctrica fue el resultado de una búsqueda de soluciones para amplificar el sonido de la guitarra acústica. Y cuando por fin se logró, no solo se consiguió mayor volumen, también  cambió para siempre la música popular.

Uno de los primeros géneros musicales que se vieron potenciados por la guitarra eléctrica, fue el Blues, que había nacido  en Estados Unidos a principios del siglo XX, como una evolución de las canciones cristianas de finales del siglo XIX y las canciones de trabajo cantadas por las comunidades afrodescendientes mientras realizaban tareas físicas. De ahí también su naturaleza melancólica o triste.

Como género, el blues fue ganando terreno en la música popular, pero fue hasta iniciada la década de los 40, cuando uno de sus exponentes cambió la guitarra acústica por eléctrica, y creó todo un  marco de referencia sobre cómo hacer música con un instrumento que para ese entonces era bastante joven. El nombre de este exponente era McKinley Morganfield, mejor conocido como Muddy Waters.

De ese marco de referencia nacido del blues con guitarra eléctrica  y de la mente brillante de Waters, se fue derivando otro género musical, que para la década de los 50 fue bautizado como Rock And Roll. Personajes como Chuck Berry y Elvis Presley, fueron pioneros en un género que dominó la cultura popular en las siguientes décadas y todo con la guitarra eléctrica como base y estandarte.

En el rock,  la guitarra eléctrica encontró a su más importante aliado. Con cada salto evolutivo del género, también hubo cambios en el instrumento. Desde los amplificadores, hasta innovaciones en sonido, efectos, formas, estilos e ideas para tocar.

Más adelante, músicos como Jimi Hendrix, Carlos Santana, David Gilmour, Eddy Van Halen y muchos más, le enseñaron al mundo que no solo existía una forma de tocar la guitarra y que sus posibilidades de sonido y estilo eran infinitas. Además inspiraron a las siguientes generaciones a seguir utilizando la guitarra eléctrica como base de su música, como elemento infaltable y determinante. Así este instrumento se metió también en la música pop.

Los aportes de la guitarra eléctrica fueron creciendo en volumen, complejidad y popularidad. Los mejores guitarristas se convirtieron en los  arquitectos de su propio sonido y así fueron naciendo nuevos géneros musicales. Guitarristas como Joey Santiago de Pixies, encontraron nuevas formas y estilos para hacer sonar el instrumento, con ideas que luego fueron la base fundamental de nuevos movimiento musicales.

Así, la guitarra eléctrica siguió como base de la música y la cultura popular, al menos hasta finales de la primera década del siglo XXI.

Hoy la evolución de la música ha relegado a la guitarra eléctrica del gusto popular, que está dominado por los sonidos electrónicos.  Las compañías más grandes, famosas y determinantes en la fabricación y evolución de este instrumento, están luchando para sobrevivir y algunas como Gibson, se han declarado en bancarrota. Sin embargo, el aporte de la guitarra eléctrica es innegable para la cultura popular, desde su atractivo visual y proveedor de estatus para las y los músicos que las portan, hasta más importante aún, su muy versátil y hermoso sonido.

Con información de: 

Social Musik

BBC: A History Of Music And Technology