La escena underground en Estados Unidos que dio origen al rock alternativo y al grunge a finales de los 80 y principios de los 90, se vio fortalecida por toda una generación de músicos que crecieron con el punk y que encontraron nuevas formas de hacer música.
De un momento a otro, muchos grupos se veían en la necesidad de grabar sus discos de forma independiente para atraer la atención de las disqueras que en ese entonces, se encontraban en la búsqueda de talento joven .
Gracias a este gran movimiento, surgieron varios estudios de grabación que ofrecían un servicio económico y rápido. Muchas bandas de la escena punk lograron grabar sus discos de esta forma.
Una de las bandas de punk que aprovecharon estos recursos fue Killdozer, que grabó su primer disco en 1983, para publicarlo en 1984. Quizá el nombre de esta banda no te diga demasiado, pues nunca salió del underground del hardcore punk. Sin embargo, se puede decir que esta agrupación tuvo un papel determinante en la música en general y en el rock en particular, porque fue grabando a esta banda, cuando Butch Vig descubrió lo que era ser un productor.
Vig, inconscientemente dejó de ser solo el ingeniero de sonido cuando se dio cuenta que los integrantes de Killdozer tomaban muy en serio sus sugerencias musicales y las canciones mejoraban considerablemente. Cuando la banda terminó la grabación y publicó su álbum debut “Intellectuals Are the Shoeshine Boys of the Ruling Elite”, le dijeron al joven ingeniero de sonido, que le darían los créditos como productor del álbum.
De pronto, muchos grupos empezaron a requerir sus servicios, no solo como ingeniero sino como productor, y fue así cuando recibió una llamada proponiéndole trabajar como productor, en el segundo álbum de una banda originaria de Seattle. La banda se llamaba Nirvana. El disco que produjo se llamó “Nevermind”. Y así, sin esperarlo demasiado, Butch Vig produjo un disco que marcó un hito en la historia del rock y lo convirtió en uno de los productores más prestigiosos y exitosos de todos los tiempos.
Esta no es una historia aislada. El productor de un disco es una de las figuras más importantes en la industria de la música. Piensa en George Martin de The Beatles, en Quincy Jones de Michael Jackson: más recientemente en Greg Kurstin y lo que ha hecho para artistas como Adele, Sia o Foo Fighters; Piensa en Danger Mouse y su trabajo con Gorillaz, The Black Keys o Portugal The Man; Rick Rubin, Bob Rock y una interminable lista de personas cuya guía en el estudio, ha hecho que hoy podamos disfrutar de verdaderas joyas de la música.
Aunque para el público, el productor muchas veces es solo un nombre en los créditos del álbum, en realidad su aporte al proceso creativo es determinante para el resultado final.
Y aunque muchas veces, por falta de presupuesto algunos artistas se ven obligados a entrar al estudio sin un productor, creo que es importante considerarlo como una buena inversión, pues puede que su aporte ayude a encontrar un camino musical insospechado.
¿Cuáles son los roles del productor?
- El productor es un guía en el proceso sonoro del disco. Controla el desarrollo del proceso de grabación y además supervisa la mezcla y la masterización.
- El productor es esa persona que goza de la confianza del artista para tomar las decisiones importantes en cuanto a cómo va a sonar el disco.
- Es quien ayuda al artista a encontrar el camino correcto para alcanzar su objetivo sonoro.
- Un productor es una mirada objetiva a la visión de la banda. No trata de cambiar las canciones, el productor simplemente sugiere y facilita el camino para que la banda o el artista, pueda alcanzar la mejor versión de su música.
- Es una persona que en verdad entiende la visión de la banda, la comparte y le gusta. Para alcanzar esta visión el productor lleva de la mano al artista, lo invita a repensar las cosas a encontrar nuevos caminos musicales. En este sentido, es un participante activo del proceso creativo.
- El productor conoce y entiende qué es lo especial en el artista y le ayuda a explotarlo al máximo.
¿Qué buscar en un productor?
- Alguien que esté al tanto de las tendencias dentro de la industria musical. Alguien que escucha música, que conoce las influencias y ofertas más fuertes que se desarrollan dentro del contexto musical en el que se encuentra el artista y el mercado.
- Alguien a quien le guste tu música. Que se tome el tiempo de conocerla, que crea en lo que estás haciendo.
- Una persona que observe con detalle los arreglos instrumentales y vocales de los temas, que los entienda con el fin de mejorarlos o de grabarlos de la mejor forma posible.
- Alguien que respete la autoría, coautoría, los derechos de autor, de interpretación y de grabación. Es vital que tenga conocimiento de la gestión legal, para evitar cualquier problema con los contenidos musicales.
- Por supuesto, alguien que tenga el conocimiento necesario sobre el proceso de grabación, mezcla y masterización.
Se podría decir que aunque el trabajo del productor es “silencioso”, su eco retumba en cada cosa que haya quedado grabada en el estudio. Si no mira como el trabajo de Butch Vig en «Nevermind», sigue vigente casi 27 años después.