Este es un momento emocionante para todos los que hacen música y la graban. Por primera vez en la historia, un artista guatemalteco puede ser escuchado en cualquier parte del mundo y ganar dinero por eso, algo que hace algunos años, era impensable.

La Internet, con todos sus vicios y virtudes ha cambiado la forma como funciona la industria musical en particular y las industrias culturales en general, y aunque todavía haya mucha tela que cortar, tal parece que hoy, gracias a esto, muchos artistas tienen oportunidades con las que no contaban antes.

Según el “Global Music Report” para 2017, Latinoamérica es la región que mayor crecimiento ha tenido en ingresos derivados de la música en los últimos siete años. No hay que ser adivino para entender que mucho de este crecimiento viene de los servicios de streaming, que tuvieron en 2016 un crecimiento de 57% en la región. La revolución de la música digital se encuentra en marcha; la forma de encontrar y consumir la música ha cambiado para siempre.

Por eso comparto cinco formas en las que la industria musical ha cambiado gracias a los servicios de streaming.

 

  1. Ha reducido costos para los artistas independientes. Una banda o artista solo invertía en grabar, mezclar y masterizar su música, además tenía que gastar para manufacturar discos y hacer una distribución local de los mismos, pues una distribución internacional suponía una inversión inalcanzable. Hoy cualquier artista puede compartir su música de forma gratuita a través de varias plataformas como Youtube o Soundcloud (esta última, por cierto, reportó terminar el año con 175 millones de usuarios, 157 millones de canciones y 12 millones de artistas o creadores de música). Y si está dispuesto a invertir, el artista además puede distribuir su música en cientos de servicios de streaming a nivel mundial con un pago mínimo a empresas distribuidoras como Tunecore, Emu Bands, Cd Baby y un enorme etc. Estos distribuidores además se encargan de recolectar las ganancias que genere la música tras ser escuchada en las diferentes plataformas. Hay muchas opciones para la distribución, es trabajo del músico buscar al distribuidor que mejor se adapte a sus necesidades, presupuesto y expectativas.

 

  1. La música tiene mayor alcance. Aquí habrá que hacer la salvedad que en Guatemala el acceso a Internet y a los servicios de streaming sigue siendo limitado, sin embargo, así como en el resto del mundo, se encuentra en crecimiento y con paso firme. Lo que no se puede negar es que actualmente, si un artista no está en los servicios de streaming, virtualmente no existe. Tener la música en estos espacios es una oportunidad para los que piensan glocal (trabajan localmente, pero pensando globalmente), pues sus canciones estarán disponibles en todo momento. Muchas disqueras transnacionales tienen los ojos y los oídos puestos en los servicios de streaming y el “performance” de los artistas en los mismos. Claro que ser escuchados, tanto a nivel local como global, requiere de estrategia e inversión, pero el punto es que ahora la música está en todas partes. Es por decirlo así, omnipresente y esto abre las puertas de la oportunidad.

 

  1. Le ha devuelto el control a los artistas. Hace algunos años, el papel de las estaciones de radio era vital en el éxito o fracaso de una canción, por lo tanto el artista no tenía control sobre la promoción de su propia música. Hoy esto está cambiando; un artista que hace bien su trabajo de promoción, tiene menos necesidad del vehículo de la radio para llevar su música a las masas y de esa forma puede retomar el control. Cada vez son más los casos en que el éxito de una canción en los canales digitales la lleva a ser tocada en la FM. Aunque en Guatemala el cambio se está dando un poco más lento que en países con industrias musicales más desarrolladas, éste ya es perceptible, pues al menos en los centros urbanos y en el público más joven, el consumo de música a través de la radio está disminuyendo y en plataformas digitales está creciendo.

 

  1. Ha difuminado las fronteras geográficas, culturales, idiomáticas, estilísticas, etc.. Hoy todos estamos expuestos a millones de canciones de todas partes del mundo. Esto ha permito que canciones en español, por ejemplo, sean consumidas en cualquier otra parte del mundo donde no se habla este idioma. Esto abre nuevas posibilidades y mercados que antes no se consideraban posibles, es decir, el idioma ya no importa, importa la música. Además, ese alcance es un reservorio virtualmente infinito de ideas y nuevas influencias que le permiten a un artista aprender y enriquecer sus propuestas.

 

  1. Le ha dado un valor más allá de lo promocional al videoclip. Hace años, los artistas producían videoclips para que éstos fueran transmitidos en la televisión, sin embargo, ahora éstos son una de las fuentes de consumo de música más importantes. Solo en Estados Unidos, la cantidad de reproducciones de canciones en plataformas digitales de audio en 2016 fue de un poco más de un trillón y la de reproducciones de videos musicales en Youtube y otros canales fue también de un trillón. Esto quiere decir que existe una muy fuerte tendencia a consumir la música por medio de videos, lo que sugiere que un artista deje de pensar en el video como un accesorio promocional del que se puede prescindir y comience a pensar que las obras audiovisuales podrían representar una enorme diferencia en el impacto que su música pueda tener. Aunque la producción de un video de calidad supone gastos fuertes, hoy es vital para un alcance completo. Aquí habría que acotar, que si bien los videos en Youtube son de gran impacto, actualmente existe una pelea con esta plataforma pues aunque cuenta con más usuarios que las plataformas de streaming de audio, se considera que no paga lo suficiente a los artistas por su música, según el “Global Music Report” para 2017, Spotify paga un estimado de U$ 20.00 por usuario, mientras que Youtube paga U$ 1.00.

negocio musica guatemalaLas reglas del juego están cambiando rápidamente y quizá pronto haya que dar otro salto evolutivo, pero por lo pronto, siempre hay que tener en cuenta que la Internet y las plataformas digitales son una una herramienta que permite que la música esté más cerca de las personas que la consumen y aunque no aseguren el éxito, definitivamente son un paso imprescindible si se busca obtenerlo. Al final, no basta con un proceder local, la música hoy más que nunca es universal y exiliarse de estos espacios, es negar, no el futuro, sino el presente de la industria musical, y su nueva y amplia gama de posibilidades y oportunidades.